ACTUALIZACIÓN EN EL USO DE LA TERAPIA DE REEMPLAZO HORMONAL EN MUJERES POSTMENOPÁUSICAS

El principal grupo de medicina preventiva de EEUU, ratifica su recomendación de no usarla en lo posible y menos para prevenir problemas de salud.

Dr. Rafael García Chacón.

Un poco de historia…

Desde la década de los 60 se empezó a usar las hormonas femeninas como “una forma de mantener lo femenino para siempre” según la publicidad de la industria farmacéutica. Es la llamada terapia de reemplazo hormonal (TRH)

En los años 80 se agregaron otros beneficios como prevenir la osteoporosis, el aspecto juvenil, prevención del infarto. Todo esto “basado en evidencias” pero sin que en realidad hubiese un soporte serio.

En los años 90 empieza una investigación crucial llamada Estudio de Iniciativa Femenina, WHI, por sus siglas en inglés, para determinar el verdadero impacto de la TRH sobre la salud. El WHI tenía un protocolo impecable: doble ciego vs. placebo, una muestra grande y un estudio aleatorizado (sujetos seleccionados al azar).

La investigación era de 10 años, pero no se terminó ya que a los siete años los daños a las mujeres que consumían estas hormonas eran tan grandes que no era ético continuar y aunque la industria como de costumbre reaccionó, re explicando las cosas, este la asentó un golpe mortal a la publicidad de TRH y su consumo cayó en picada.

La TRH si originaba un aumento considerable del cáncer de mama entre sus usuarias, si generaba problemas de coágulos sanguíneos, aumentaba el riesgo de infarto, no producía el aspecto juvenil más que el placebo y la protección frente a las fracturas por osteoporosis en mínima (una por cada 100 mil mujeres).

El grupo de mujeres que se sometió a la TRH fue seguido y a mediano plazo y la incidencia de Alzheimer en las usuarias de la TRH era significativamente mayor que entre las que usaron placebo en las grupo de WHI.

Desde el 2002 hasta ahora ha habido un gran número de investigaciones al respecto, por lo que es interesante lo que dicen los expertos luego de revisarlas.

La más reciente revisión

El grupo de trabajo de servicios preventivos, autoridad principal en  materia de prevención en EEUU, revisó las nuevas evidencias acumuladas en los últimos cinco años, fueron 18 ensayos clínicos que involucraron más de 40 mil mujeres. Luego de esto ratificó su postura del año 2012 frente a la TRH y es la siguiente:

El uso de TRH a nivel preventivo no se justifica ya que los beneficios son muy pocos y los daños producidos por la misma son importantes.

Las evidencias disponibles muestran que la TRH a base es estrógenos y progesterona aumenta el riesgo de las mujeres postmenopáusicas de cáncer de mama e infarto.

Mientras que la TRH en base al estrógeno solo, aumenta el riesgo de accidente cerebrovascular, de coágulos sanguíneos y de enfermedad de la vesícula biliar.

El uso en prevención de la osteoporosis o diabetes no se justifica en base a pequeño efecto y a los importantes daños por su uso.

Fuente: David Grossman, M.D., M.P.H., pediatrician and senior investigator, Kaiser Permanente Washington Health Research Institute, Seattle; Dec. 12, 2017, Journal of the American Medical Association.

OTROS ASPECTOS

La TRH en la actualidad se usa principalmente en su variante breve para tratar el síndrome del climaterio, cuando los demás medios para tratar sus síntomas fallan (al menos eso dicen los expertos de este grupo).

Para tratar este problema suele funcionar bastante bien una dieta de alta biocompatibilidad y el ejercicio físico. La combinación de estas medidas además ahora se sabe enlentecen el envejecimiento acelerado propio de la post menopausia.

Como aún el uso en forma breve de TRH (menos de 5 años) tiene riesgos de salud importantes la conducta de usarla solo como último recurso es válido.

En nuestro diplomado de Dietoterapia de Alto Impacto nos detenemos más en los recursos alimentarios eficaces frente al síndrome del climaterio.

El otro uso clínico de la TRH es en la menopausia precoz, en este caso el balance riesgo beneficio lo debe hacer el ginecólogo y la paciente  en conjunto, para ver que opción se toma, de nuevo aquí una dieta de alta biocompatibilidad y el ejercicio físico son de gran ayuda.

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