Dr. Rafael García Chacón.
LA INVESTIGACIÓN: Un grupo de investigadores reclutó a 220 voluntarios, sanos, de peso normal o sobrepeso, para que se sometieran a una dieta de una restricción calórica del 25%.
Aunque en esta investigación la restricción calórica fue solo del 12%, es de esperar que si hacemos una restricción mayor, digamos el 30% debemos encontrara mejores efectos aun.
Una buena parte de la población cuando oye hablar de dietas bajas en calorías piensan en el tratamiento de la obesidad. Tienen razón en esto, ya que las dietas bajas en calorías no solo ayudan a perder peso en esta condición, sino que ayudan a mejorar la salud de estos.
Pero ¿qué pasa si personas normales hacen este tipo de dietas?
Esta pregunta no había sido respondida directamente por la investigación hasta hace muy poco.
ANTECEDENTES: Investigaciones previas en animales de experimentación habían mostrado que las dietas bajas en calorías pero suficientes en vitaminas y minerales mejoraban la salud y prolongaban la vida más allá de lo esperado.
Sin embargo no todas las investigaciones que funcionan en animales funcionan en los seres humanos.
LA INVESTIGACIÓN: Un grupo de investigadores reclutó a 220 voluntarios, sanos, de peso normal o sobrepeso, para que se sometieran a una dieta de una restricción calórica del 25%.
La edad promedio de los hombres y mujeres era de 38 años.
Dos terceras partes deberían restringir su ingesta calórica y el resto actuaba como grupo control.
Al final de los dos años el grupo de intervención cumplió con el 12% de la meta reductiva en calorías y rebajó cerca de 8 Kg en promedio.
Las personas que restringieron las calorías experimentaron a nivel subjetivo: una mejoría en el estado de ánimo, lo que incluyó menos depresión; una mejor calidad de vida; una mejoría en el sueño; y un aumento en la libido y unas mejores relaciones.
Los cambios biológicos del grupo de intervención: una glucosa en sangre más baja, una mejora en el colesterol y una mejora en la presión arterial. Todos cambios ventajosos.
FUENTE: Corby Martin, Ph.D., director, behavioral sciences and epidemiology, Pennington Biomedical Research Center, Baton Rouge, La.; May 2, 2016, JAMA Internal Medicine, online.
COMENTARIOS NUESTROS
Aunque en una investigación de dos años no se puede probar si un procedimiento alarga o no la vida en los seres humanos, esta si pude mostrar con claridad que mejora la salud y la calidad de vida aún en personas de peso normal, que aparecen como sanas en la evaluación médica.
La población más longeva del planeta, la de Okinawa, practica una forma de restricción calórica, la disciplina del Hara hachi bu, posiblemente esta sea la razón por la que superan a los demás que tienen estilo de vidas bastante sanos. Lo que nos muestra que estas dietas si deben prolongar la vida entre nosotros.
Aunque en esta investigación la restricción calórica fue solo del 12%, es de esperar que si hacemos una restricción mayor, digamos el 30% debemos encontrara mejores efectos aun.
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